17 jul 2010

Home of the Eurostar

Desde la estación de Saint Pancras, al norte de Londres, sale el tren que conecta la isla con Europa continental. Desde que coqueteamos con la idea de vivir acá escuchamos a mucha gente incluir entre las bondades de vivir en Londres que "te tomás el tren y estás a solo dos horas y media de París". Es como si fuera un alivio que la isla esté unida físicamente al continente. Al fin y al cabo, Easyjet resuelve el problema del aislamiento con más velocidad y, sobre todo, más barato. Pero todavía el tren sigue siendo más accesible que el avión. Quizás incluso más romántico.

El edificio combina el típico ladrillo victoriano con una arquitectura mucho más moderna en el interior. Para el momento de su construcción en 1868, St. Pancras se había convertido en la construcción cerrada más grande del mundo. Incluso hoy, 150 años más tarde, da la sensación de ser demasiado edificio para tratarse solo de una estación de tren. Pero, claro, digo esto viniendo de un país con poca tradición ferroviaria. Probablemente para una nación orgullosa de haber puesto en marcha el primer servicio público de trenes, la estación sea más un símbolo que un simple edificio.



 

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