Las opiniones que habiamos oido sobre Bangkok estaban totalmente polarizadas: o era una ciudad caotica y fea o era el lugar mas divertido del mundo. Si bien nosotros estamos mas con la primera, entendemos la segunda como el nivel de descontrol que se puede vivir en Bangkok. Cometimos el error de quedarnos es Khao San, la calle donde llegan todos los mochileros occidentales. El nivel de ruido, los olores y el caos llegaba a ser alienante (sobre todo viniendo de Laos) y la imagen de los europeos con cara de ganadores caminando de la mano de las tailandesas bastante patetica.
Para compensar, nos encontramos con el Grand Palace, que reune la serie de edificios mas increibles del viaje (a la par de Angkor). La stupa Pra Si Rattana o Wat Pra Kaew son verdaderamente impresionantes. Esta visita fue suficiente para que valiera la pena pasar un par de dias en Bangkok.
Esta fue nuestra ultima parada del viaje. De aca nos restan 27 horas de viaje de vuelta. Ahora, a prepararnos para el frio y a editar muchas muchas fotos!!
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