9 ago 2010

Hampstead Heath

Fin de semana soleado en Londres: te tomás la Northern Line, hacés solo tres estaciones fuera del centro de Londres, llegas a Hampstead Heath y sentís como si hubieras hecho 100 km hacia el interior de la campiña inglesa.

Hay dos trucos: el primero, la extensión del lugar no te permite enterarte de que afuera había una ciudad (y la olvidás en unos 1o minutos); el segundo, la irregularidad del terreno y la decisión de dejarlo en su estado natural, sin cortar el pasto, sin plantar florcitas, sin asfaltar caminos, sin poner bancos.

Lo más curioso son los estanques naturales que se convierten en piletas públicas. Hay ponds solo para mujeres, solo para hombres y también mixtos, probablemente una herencia victoriana. No nos metimos. La cola de ingleses sedientos de actividades veraniegas era infinita.


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