18 ago 2010

Eindhoven (no se pronuncia la segunda n)

Último fin de semana en Londres, Samps tiene que trabajar. Excusa ideal para tomarme un avión y visitar a Euge en Holanda. Después de todo lo vengo planeando (y prometiendo) desde hace 3 años!

Euge y -su futuro marido!- Benny me recibieron en su departamento en Eindhoven, la ciudad donde vive desde que se fue de Argentina para hacer un master. A solo una hora en tren de Amsterdam, pasamos el sábado en la capital de las incontables bicicletas, los coffee shops, la libre prostitución y los provechosos tulipanes.

Tenía comentarios muy variados de Amsterdam. Puede haber sido por el día increíble que nos tocó -los días soleados también son escasos en Holanda- o porque mis expectativas no eran altísimas, pero la ciudad me encantó. Encontré un buen balance entre ciudad adoquinada con rincones divinos y capital europea con infraestructura y vida propia. Tal vez se le puede criticar la masa de turistas que atesta casi cualquier espacio común, pero eso también es parte del movimiento constante que se respira.

Eindhoven es mucho más chica pero igualmente viva en su escala. La cantidad de bicicletas justifican un sistema de tránsito paralelo, con verdaderas autopistas exclusivas para cicistas. Después de años, me subieron a una bici para recorrer los landmarks de la ciudad. El 'Spaceship' -un centro de convenciones en forma de nave espacial-, el monumento al bowling y Bobo Bear, mis preferidos.

Me encantó visitarlos y prometí que volvería con Samps. Espero que no pasen otros 3 años!



1 comentario:

  1. Termine de ponerme al dia. Tengo ganas de charlotear un rato. Los llamo algun dia.

    ResponderEliminar