El viernes fuimos a un evento en el que te daban ilimitadas bolas de cerámica y básicamente podias hacer lo que querías con ellas. Aprendimos a usar el disco, muy al estilo Ghost y estuve toda la noche recordando lo mucho que me gustaba la hora de cerámica en el colegio.
Lo más impresionante es que vi a un Samps inédito produciendo arte-para-liberarte. Próximamente, su taza será expuesta en el living del hogar Thibaud-Sabbatini.
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